11 de agosto de 2015

Lluvia de verano

Hace tiempo, hace ya bastantes años, por estas fechas subía solo hacía el pico más alto de España. Recuerdo subir con el coche a una velocidad lenta, más bien pesada. Me detenía a medio camino y me paraba a respirar, el olor del bosque, recuerdo que el día anterior había llovido y aún podía escucharse algunas gotas cayendo desde esos altos pinos, inundando el frescor que buscaba en mi.

Mi camino siguió aún mas arriba, ni siquiera escuchaba nada, tan solo escuchaba el silencio de la noche, a pesar de todo, decía muchas cosas. Tras el bache y el rastro de polvo que deje atrás, por fin llegue a mi destino. Allí estaba, solo con una manta, y el completo silencio que rompía de vez en cuando alguna criatura nocturna. Miraba las estrellas una y otra vez, y durante horas me quedé mirando el cielo.

Ahora años después me encuentro sobre estas fechas, y tu estas aquí a mi lado. Mi mirada, cada día es la misma que ponía aquella noche, al contemplar una maravilla frente a mis ojos. Los caminos contigo, cuentan mas cosas que las noches del bosque. Al abrazarme bajo la lluvia de un día de playa, se convierte en un soplo de aire fresco, se convierte en esas gotas de lluvia de verano. Tus labios cantan canciones que jamas he escuchado. Tus labios,tu cuerpo y tus dedos interpretan la poesía de la naturaleza.

Verte a ti, es para mi ver una estrella fugaz, hermosa, única, siempre ardiente, siempre en lo alto. Y esta estrella fugaz, la guardo cerca de mi, donde la noche es eterna, donde la noche es especial, donde siempre estarás, en el cielo estrellado de mi corazón, iluminado por tu luz.

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