18 de agosto de 2015

Paredes invisibles

Se despertó tras una pesadilla, el haz de luz la despertó. El mundo le caía encima, lo que veía a través de sus ojos, no era mas que una neblina, pero se encontraba en casa. Recordaba a sus dos hijos, y al recordarlos una lágrima caía por sus ojos seco, una lágrima caía, de la misma manera que cae una gota roja. Densa, con tristeza, recorriendo un mismo camino como muchas otras, pero al menos ahora, no habría tormento. Vive de nuevo, pero no de la misma manera. El retrato de tu foto con la cinta negra, te recuerda por que aún sigues ahí, el cuerpo inerte en tu cama, te lo recuerda. Un descanso, pero no eterno. Una lucha, por tus hijos. Por que el haz de luz que veas, vuelva ser después de que el monstruo este encerrado. No todos los monstruos, están dentro de los armarios. Y este, lleva mucho tiempo fuera.

Tu lucha no termina, tu piel no estará fría. No mientras el Coco no haya sido encerrado. Tu lucha comienza, desde otra perspectiva. Pero al fin y al cabo una nueva vida. Tu lucha comienza, ahora.

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