16 de agosto de 2015

Dog Days Are Over

Como un laberinto custodiado por su Minotauro mi vida, corriendo y estampandome contra las paredes y huyendo del Minotauro para que no me mate, he caído, he tenido heridas que ni siquiera veo en mi piel, moratones en mi cuerpo que han durado años, dientes rotos, y un sin fin de heridas causadas por el laberinto y la continua persecución del Minotauro. No miré atrás, aún podía sentir el hediondo aliento y el hedor del aliento del hijo de Pasífea. Tan solo seguí adelante.

Y en una de las esquinas, lo vi. Un pequeño hilo, y supe de alguna manera que allí estaba la salida, la salida del laberinto que durante tantos años me había perdido. De repente el Minotauro no me parecía tan grande, no me parecía tan feroz, pude enfrentarme a él y salir victorioso. El hilo que me has dado, me ha llevado directamente hacía ti.

Ahora he dejado atrás el laberinto, y ahora son solo recuerdos pasados. Hoy, estoy en tus brazos, hoy estoy en la cama contigo, con una manta que calma el frío de la noche, hoy eres el bálsamo de mis heridas, hoy solo veo un camino. Ese camino solo tiene una dirección y ya no hay Minotauro. Ese camino se dirige hacía cualquier sitio mejor, hacía días contigo, tiempo a tu lado.

Hoy estas conmigo, y junto a ti y el hilo que aun guardo en mi bolsillo, seguiré para siempre.

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