22 de junio de 2015

Olor a gasolina

Una carretera larga y ancha, un Sol que te abrasa el brazo izquierdo, ese brazo que lleva todo el día y siempre fuera de tu coche. Ese antiguo cassette, en el que te preguntas, ¿como aún después de tantos años aún funciona? Todas esas cintas, ya están gastadas, pero vuelves a rebobinar esa cinta de los Rolling y sientes que todo vuelve a la normalidad.
Toda una vida en la carretera, conociendo a todo tipo de gente, recogiendo en la carretera, conociendo a todo tipo de gente, recogiendo y dejando a toda clase de personas en ella, para llevarlas al otro extremo del país o simplemente conocerla unas pocas horas.
Has visto de todo y has conocido de todo.
La carretera, tu única acompañante en esta vida. El coche portador de tus historias y vivencias y tus manos la rueda del destino que hace que gire con cada cambio de marcha que haces y cada giro al volante que realizas. Y por ello, seguirás por tu camino, tal vez en la próxima curva de ti vida puedes encontrar aquello que has perdido, aquello que has estado buscando, o aquello que aún ni siquiera sabías que existía

Sigue caminando, sigue rodando, sigue dejando las gomas del coche en ese asfalto ardiente

Una noche de mayo

Una historia comenzó
Desde aquel primer beso
una semilla se sembró
Con aquella primera lluvia de mayo

Una noche de mayo todo comenzó
Y desde entonces la semilla creció
En este tiempo la semilla en árbol se convirtió
Sigue creciendo,desde aquel día de mayo

Debajo de sus ramas estamos
y cada que nos besamos
ramas y raíces más largas y profundas son

Tu y yo el árbol somos
En este mundo nuestro donde, ahora residimos

Verano

El día comienza a decaer, levanta la mirada y ve el cielo anaranjado. Los pájaros vuelven a sus nidos, sin embargo una paloma aún queda en el parque por el que pasea, picotea pequeños trozos de pan. Algo que le sorprende, aún hoy en día hay gente que sigue tirando comida a las palomas, tal vez hayan sido los vecinos y niños de la zona. El verano va pasando cada vez mas rápido, la brisa de verano deja paso a un viento más frío. No le extraña cuando, lo que lleva puesta consiste en un túnica larga que le cubre hasta los pies y una bufanda que le tapa toda la boca. El café. Ese café de media-tarde es lo único que le calienta esas gélidas manos y el sabor amargo del café le hace olvidar lo que antaño era el sabor dulce de la vida, también ha olvidado lo que es una palabra dulce.

En ese banco que ahora se sienta, un hombre canoso, con un bastón y bastante mayor se sienta a su lado - "Ya no es verano"- le dice mientras le da el último trago a su café amargo. El hombre le ofrece la mano y con una ligera sonrisa le contesta - "No, aún no es la hora". El hombre se recuesta en el asiento y apoya sus ya viejos huesos en el respaldo del banco y sus cansados ojos, comienzan a cerrarse poco a poco - " El verano se acaba, ya no es lo mismo " - volvió a decir. Ya no era lo mismo era cierto, después de todo ya había vivido muchos años y el mismo conocía las diferentes estaciones de todos estos años atrás. -" Ya me he hecho viejo, mis huesos ahora me pesan, aún recuerdo mis primaveras, mis días y cada uno de ellos, los he disfrutado " - volvió a decir.

-"Cuénteme su recuerdo más feliz, por favor"- le dijo sin ni siquiera mirarle a la cara
-"¿Tan solo puedo uno?" - Le pregunto con un tono cabizbajo - " He tenido una larga vida, creo que no tengo tanto tiempo para poder contarte, todos y cada uno de ellos"
-"Si es así, recuérdelos cada uno de ellos, con la alegría de aquellos momentos que ha vivido, no hace falta que me diga una palabra"

El rostro de aquella persona, dejó de tener canas, volvía a ser joven, tal vez este recordando aquel y único amor , sus bailes con aquellos amigos, sus propias historias. Ahora pareciese que no estuviese ni si quiera en ese banco, tal vez en aquellos recuerdos mas felices de toda una vida. Cerró los ojos por completo.

-"Es hora, ¿verdad? - Una sonrisa se esbozo en aquellos arrugados labios, y esta vez, volvió a tender la mano.
-"Si, es hora, el verano se ha acabado y con ellos tu invierno ha comenzado. Es hora".

Sus dedos fríos, tocaron aquellos cálidos dedos de aquel hombre canoso. Su verano terminó, pero no su viaje. Y en aquel banco, llegó el anochecer.



18 de junio de 2015

Inmortales

Mis pies se hunden en la fría arena
de esta playa oculta y desierta
Un libro en mi mano
y la otra vacía a mi lado

Las páginas aún están por escribir
Pero solo cuando un dulce aroma, llega hasta a mi
El libro, la historia, empieza aquí
Aquí empezamos a vivir

Tu mano acariciando mi cara
mientras con tus dedos juegan con mis labios
entro en un estado de locura

Mis labios se humedecen junto a los tuyos
Ahora, sabes que soy todo tuyo

Después de aquel primer beso,
Dejamos la mortalidad de lado

- Alicia en el País de las Maravillas-

Es de madrugada, el rocío de la noche humedece el ambiente. Tus pasos resuenan en las calles vacías, no se oye nada de lejos, ni siquiera a los gatos maullando, tan solo el sonido de tus botas pisando las hojas caídas y, ahora húmedas. El olor del tabaco no te deja percibir ningún otro olor diferente. Te paras un segundo mientras tus dedos vuelve a tus labios y disfrutas de esa ultima calada, ya solo queda el filtro. En la noche, tan solo escuchas el latido de tu corazón y con cada paso que das el ritmo se acelera, mientras te acercas a ese pasillo de cemento que lleva al porche de esa casa. Miras a tu alrededor, tan solo ves un césped mal cuidado y con mucha mala hierba, como lo que te esperas dentro. Una mala hierba que debe de ser cortada

Tus piernas sienten ahora el peso de todo un mundo, de toda la puñetera gravedad de la Tierra. Te encuentras a escasos pasos de subir las escaleras del porche. Todo se vuelve tranquilo por un segundo, tu corazón deja de latir y no respiras por un segundo, ante lo que allí ves. Nada. Ninguna luz esta encendida, no hay nadie. Tu Pesadilla se ha convertido en un Sueño...

Un hilo de humo te llega a tu nariz, sabes que tabaco es, es un tabaco muy muy fuerte. Cuando tus ojos se acostumbran a la oscuridad ves no muy lejos de ti el fuego del cigarro.
Cierras los ojos y como en el país de Alicia, un gusano se te acerca fumando, sabes que esta ahí y más cuando te golpea con esa pipa tan característica

El gusano es tan grande que te rodea con su patas. Pero después de todo, ¿por qué habría que tener miedo de un gusano? Solo hay que aplastarlo. Estas botas mojadas, ya saben lo que es pisar bichos asquerosos, tan solo es hora de uno mas.

Pisas sus pequeños pies, y ya no sientes que el cuerpo del gusano te rodee. Tan solo pisas y pisas, como cualquier bicho, cucaracha que verías. Hasta que tus botas vuelven a notar la humedad del rocío, de una casa con más grietas de las que recuerdas.

En ese momento, vuelves a salir a la calle, esta vez llueve. La lluvia cae sobre tu rostro, sobre tus mejillas. Y vuelves a andar, por un camino distinto, pero con un nuevo cigarrillo en tus dedos.