Es verano, pero tus hojas siguen frescas, se nota que el clima no te afecta. El rocío de la noche es suficiente para mantenerte fresca, para que tus hojas sigan igual de verdes y no te marchites.
Te miro cada día, y lo que veo es un árbol grande y hermoso, a pesar de la edad, fuerte y robusto. De tus ramas yo me cuelgo y en tus raíces yo me siento.
Es el mejor sitio para estar, me das cobijo en verano y durante las lluvias mi cuerpo no se moja. Te abrazo cada día y por tu tronco mis manos acarician la corteza con mimo, con cuidado.
No quiero que tengas cicatrices, por eso yo te cuido. Ningún rayo te alcanzará mientras yo este aquí.
Y créeme, eres mi árbol y el único que yo cuidaré, en mi jardín y en mi vida, siempre me has faltado tú. La sombra por la que cobijarme cuando haga calor y en los días de lluvia y de primavera, me sentaré y con un libro en la mano, leeré.
Tus raíces han llegado hasta a mí y ahora estamos unidos, tu me veras crecer y yo de tus hojas beberé
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