22 de junio de 2015

Olor a gasolina

Una carretera larga y ancha, un Sol que te abrasa el brazo izquierdo, ese brazo que lleva todo el día y siempre fuera de tu coche. Ese antiguo cassette, en el que te preguntas, ¿como aún después de tantos años aún funciona? Todas esas cintas, ya están gastadas, pero vuelves a rebobinar esa cinta de los Rolling y sientes que todo vuelve a la normalidad.
Toda una vida en la carretera, conociendo a todo tipo de gente, recogiendo en la carretera, conociendo a todo tipo de gente, recogiendo y dejando a toda clase de personas en ella, para llevarlas al otro extremo del país o simplemente conocerla unas pocas horas.
Has visto de todo y has conocido de todo.
La carretera, tu única acompañante en esta vida. El coche portador de tus historias y vivencias y tus manos la rueda del destino que hace que gire con cada cambio de marcha que haces y cada giro al volante que realizas. Y por ello, seguirás por tu camino, tal vez en la próxima curva de ti vida puedes encontrar aquello que has perdido, aquello que has estado buscando, o aquello que aún ni siquiera sabías que existía

Sigue caminando, sigue rodando, sigue dejando las gomas del coche en ese asfalto ardiente

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