Me gustaría ser tu margarita para que así pudieras tenerme cerca tuyo cada día. Oler mis pétalos rubios cuando tu desees, y que al quitármelos, solo dijese te quiero.
Me gustaría ser tu canción de Pink Floyd, para que me tengas en tu tocadiscos sonando cada segundo, que no te aburrieras nunca, que escuchases las letras de mis canciones, que van dirigidas solo a ti. Este vinilo no se raya, y siempre me mantendré como nuevo.
Me gustaría ser tu paseos por el monte, para que cuando camines por mis bosques el rocío de la noche te refresque todo tu cuerpo.
Me gustaría y quiero ser tus mañanas, que al sonar el despertador de tu móvil, desees más que nunca esos cinco minutos de más en tu cama, en tus sueños, en tu vida.
Sin embargo sigo siendo yo mismo, cada día y noche. A ti, mi querida, te debo mucho y es por ello que cada día que aprendo contigo, a tu lado es una lección, es conocimiento que atesoro dentro de mi. En el corazón, ese lugar donde tu y solo tu estas. El cuál solo te pertenece a ti, y solo a ti. El cuál con cada día que pasa, el latido es y será mas intenso, por ti.
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