4 de junio de 2011

Y es en ese momento cuando en el suelo, empapado por la lluvia que cae fuera del castillo, me vuelvo a levantar  para proseguir con la lucha, empuñando la espada y agarrando firmemente el escudo, para proseguir.
Después de escuchar:


"No te alejes..."



1 comentario:

  1. Acabo de descubrir tu blog por casualidad, y me gusta lo poquito que he podido cotillear. Te sigo!

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